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11 feb 2010

SE HACE CAMINO AL NADAR

11 febrero 2010

Se hace camino al nadar
ARGENTINA

Interés General | Intentará cruzar el charco

Se hace camino al nadar

Gustavo Villareal tiene 49 años y perdió parte de su pierna izquierda en un accidente con su moto. El mes próximo intentará cruzar el Río de la Plata a nado. Este será su segundo intento. Sabe muy bien que si lo consigue será el protagonista de una hazaña

www.diariohoy.net - “Querer es poder”, dice una conocida frase. Y ese es el lema al que se aferra el protagonista de esta historia, un hombre que logró gambetear a la adversidad para seguir adelante.



Gustavo Villareal -de él se trata- es un nadador paralímpico de 49 años, que perdió parte de una pierna -a la altura de la rodilla- en un accidente de tránsito que ocurrió 28 años. Es oriundo de Morón y, según afirmó, se prepara para afrontar un desafío que hasta ahora sólo han logrado 15 argentinos: cruzar el Río de la Plata a nado.

Tan decidido se encuentra que ya le puso fecha a su aventura: durante la primera quincena de marzo saldrá de Colonia (Uruguay) y nadará hasta Punta Lara, en el vecino partido de de Ensenada.

En diálogo con Hoy, el deportista contó que este será su segundo intento, ya que el 8 de diciembre último quiso cruzarlo pero desde otro lado. Agregó que “en aquella oportunidad, después de nadar más de 15 km, no pude seguir porque había un hidroclima adverso”.

Su apoyo

Este segundo intento será -dijo- sobre un recorrido de 42 kilómetros, que le demandará más de 12 horas en el agua. Deberá hacer una pausa casa 45 minutos para hidratarse y recibir la medicación que toma habitualmente desde aquel accidente que protagonizó con su moto. Como se acerca la fecha, ya implementó el doble turno en su entrenamiento.

Su esposa, Claudia Vázquez, será su fiel compañía desde una embarcación. Hasta quizás se anime a nadar con él los últimos metros hasta la meta, por lo menos, ese es el deseo de Gustavo. “Ella siempre está conmigo, nos conocimos nadando”, destacó el deportista.

Si logra su objetivo de “cruzar el charco”, el nadador dejará plasmada su huella y se convertirá en “el primer deportista con capacidades diferentes en atravesar a nado” el río más ancho del mundo. Muy seguro de sus aptitudes, remarcó que “se puede continuar pese a las adversidades”.



Sobre este nuevo intento, Villareal dijo que le gustaría “salir en un horario que me permita llegar acá de día, porque si se me estira más el tiempo se haría de noche”. Añadió que “a mí me gustaría salir de noche de Colonia, pero hay que ver si la Prefectura me lo permite”.

Sobre el desafío dijo que “hay que proponérselo y tratar de hacerlo. Con amor, dedicación y ganas, todo se puede. No importa el tipo de discapacidad que se pueda llegar a tener”.

Es cierto que nadar no es una tarea sencilla y -sobre todo- si se hace en aguas abiertas y contra la corriente. Sin embargo, hay personas en cuyos diccionarios no existe la palabra “imposible”. Ese es el caso de Gustavo, a quien le sobra entusiasmo y fuerza de voluntad.



Salir a flote

Su pasión por las motos lo había incentivado para prepararse como mecánico y hasta tenía su propio taller. Gustavo era muy joven cuando, en 1982, un trágico accidente lo dejó internado más de 45 días en terapia intensiva y le hizo perder parte de su pierna izquierda.

A partir de entonces, “entre la invalidez que sufrí imprevistamente y algunos problemas personales caí en una profunda depresión que me llevó al mundo de las adicciones y el alcohol”, contó.

Durante más de 10 años el nadador había perdido el rumbo y no sabía qué hacer de su vida. Por iniciativa propia se internó en un centro de rehabilitación y, con la ayuda incondicional de su esposa Claudia, pudo salir adelante.

Dejó de fumar los dos atados de cigarrillos diarios que solía comprar y fue ahí cuando sintió la necesidad de volver a practicar algún deporte. Su hermano le dijo “¿por qué no nadás?”. Gustavo tomó ese consejo y hace seis años que “la natación es casi todo”.

El nadador recordó que aprendió a nadar de chico. Pero después del accidente tuvo que aprender de nuevo, y tan bien lo hizo que actualmente nada “en el circuito master de piletas y en aguas abiertas”.

“La natación es el único deporte en el que me encuentro bien. Y, aunque me costó mucho poder acomodar mi cuerpo, me ayudó a cambiar de vida”, finalizó.

Un deporte completo

Hay ciertos beneficios que hacen de la natación un deporte muy completo y diferente a todos los demás. Al nadar, el cuerpo dentro del agua adquiere mayor movilidad y elasticidad, favoreciendo a aquellas personas que sufren obesidad, problemas de columna, e inclusive pueden practicarlo quienes necesiten rehabilitación cardíaca y motriz.

Además, sirve como deporte de descarga de energías, ayuda a los que necesitan una actividad descontracturante y suave a la vez. Permite desarrollar un tratamiento para el cuerpo de carácter preventivo a través de la estimulación de sus diferentes actividades.

Asimismo, la natación suma a los beneficios típicos de todos los deportes, el gran desarrollo aeróbico y la implicación de todos los grandes grupos musculares. También aporta seguridad y facilidad para aquellas personas que -por distintos motivos- no pueden practicar otros deportes.

Micaela Zangara

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